Características de la comunicación agresiva

En el contexto del diálogo ocasionalmente puede darse la denominada comunicación agresiva, una variante donde el ego del emisor se sobrepasa tanto que se deja de considerar la posibilidad de herir al receptor llegando a presentarse una situación de abuso verbal y por lo tanto un rechazo manifiesto dentro de la violencia.

Para esta modalidad comunicativa no es necesario un intercambio bidireccional pues prevalece ante todo la individualidad de quien sobrepone sus intereses personales y para ello acude al lenguaje verbal y para-verbal.

Cómo identificar la comunicación agresiva

  • Ausencia de escucha. El emisor asume una actitud contundente e intensa donde se dedica de manera exclusiva a decir lo que piensa sin revelar el más mínimo asomo de atención y comprensión hacia el receptor, por lo tanto todo se convierte más que nada en un discurso para dañar y herir.
  • Componentes verbales. En estos casos el mensaje suele estar adornado por todo tipo de expresiones amenazantes donde se acude a lanzar múltiples preguntas al tiempo con la intención de no permitir un adecuado desenvolvimiento por parte del receptor, asimismo la entonación es autoritaria y fría, definitivamente elevada y dominada por una voz enfática que logra que sea este discurso el único que sobresalga.
  • Falta de empatía. Todo aquello que pueda llegar a pensar o sentir el interlocutor definitivamente no es importante para el emisor, así que no existe preocupación alguna por los daños causados.
  • Actitud. La postura desafiante es definitivamente una de las grandes características del comunicador agresivo, es así como su mirada, su entonación y sus movimientos están dominados por la exigencia y la violencia.

 

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