Los niños y la oración de la noche

El propósito de enseñar a los niños a tener una relación con Dios es algo fundamental dentro de las familias cristianas pues es así como se construyen las bases de la fe. Por consiguiente, en medio del fortalecimiento de una conexión espiritual genuina y real, la Oracion en la noche aparece como uno de los primeros hábitos que se imparten al interior del hogar pues corresponde a un momento sumamente especial entre padres e hijos que puede aprovecharse para edificar.

De esta manera hablar sobre los niños y la oración de la noche equivale a mencionar una labor que en primera instancia es responsabilidad completamente de los padres, pues son los adultos quienes a partir de un lenguaje amoroso y sencillo pueden inquietar el corazón de los pequeños para que estos empiecen a experimentar en primera persona el regocijo que emana la presencia y acompañamiento divino.

La oración de la noche y el crecimiento espiritual de los niños

Aprender a agradecer a Dios por todo lo bueno que hace en nuestra vida es algo que debe ser estimulado desde la infancia ya que es en esta etapa donde las personas podemos percibir de la manera más honesta la relación con el Todopoderoso. En otras palabras, ya que el crecimiento espiritual de los niños es una ocupación que les compete a los padres estos deben valerse de momentos tan entrañables como la hora de irse a dormir para realizar alguna actividad significativa que los acerque al Padre celestial y en este caso la oración es una herramienta perfecta.

En cuanto a la oración de la noche como tal, el simple hecho de que el último pensamiento del día se encuentre dirigido hacia el creador de entrada habla de la gran trascendencia que se le da, adicionalmente es una costumbre que permite solicitar protección y acompañamiento para unos sueños agradables en un lapso donde la oscuridad será dominante.

La huella del ejemplo de los padres

Desde el amor y las virtudes humanas es mucho lo que los adultos pueden sembrar en el alma de los pequeños para que estos puedan llevar una vida recta y enfocada en las buenas maneras, en consecuencia, transformar el momento justo antes del descanso en una alternativa para reflexionar sobre lo acontecido durante el día y de paso programarse para el inicio de una nueva jornada teniendo a Dios siempre como norte es algo que empieza por iniciativa de los padres, más tarde será un acto propio de los chicos.

 

 

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