La procesionaria del pino y los peligros que conlleva

La procesionaria del pino, conocida por su nombre científico Thaumetopoea pityocampa Schiff,  es probablemente la plaga más importante que afecta a los pinos mediterráneos. El término «procesionaria» se utiliza porque las procesionarias del pino viajan juntas en largas procesiones de la cabeza a la cola.

La oruga procesionaria del pino hace un daño significativo, especialmente a los pinos, aunque a veces puede atacar a los cedros y abetos. Puede encontrar más información al respecto en https://www.procesionaria.net

Distribución geográfica de la procesionaria del pino

La procesionaria del pino es se ubica mayormente en el mediterráneo,  destacándose su presencia en países como España, Portugal, Francia, Italia y las zonas costeras de Marruecos, además de algunas zonas de Alemania.

En verano aparecen las polillas de la oruga de pino procesionaria, se aparean y la hembra pone sus huevos en las hojas de los árboles. En el hemisferio norte tienden a eclosionar entre septiembre y octubre, luego de 30 a 40 días de incubación.

Las procesionarias del pino construyen nidos o refugios hechos de seda, en los que se refugian durante el frío del invierno.

Durante la llegada de la primavera y los principios del invierno, es decir, entre febrero y abril, estos animales descienden en “procesiones” al suelo. Es allí donde pupan estando hiladas como crisálidas.

 

Síntomas

Es posible detectar la presencia de procesionarias en una determinadas zona gracias a los siguientes síntomas:

 

  • Haces de hojas secas producidos cuando las procesionarias del pino mordisquean las hojas en lugar de comerlas completamente.

 

  • Nidos o refugios de seda visibles que aparecen en el árbol con la llegada del invierno.

 

  • Las  presencia directa de procesionarias del pino en los troncos, ramas y en el suelo.

 

Daños

Las procesionarias del pino se alimentan en invierno de las hojas de los pinos y los cedros, haciendo que las hojas se sequen y caigan al suelo. El peor daño se hace entre el final del invierno y la mitad de la primavera, cuando las procesionarias del pino están en su mayor tamaño y más hambrientas.

Por lo general los pinos no mueren por la defoliación, aunque si se ven notablemente debilitados. En el caso de los pinos pequeños, estos pueden llegar a secarse. Además el aspecto estético de los jardines se estropea.

Hay que tener cuidado para que los niños no toquen las procesionarias del pino. De igual forma, la oruga de pino procesionaria es peligrosa para los animales domésticos curiosos como los cachorros si tocan o lamen la «procesión» o un nido o refugio caído, (los gatos son más precavidos).

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